Todo ocurrió hace apenas algunas horas, mientras la morocha leía las instrucciones que deberán seguir para cumplir con la prueba semanal.
En ese momento, ingresó la perra llamada Luna. Si bien Fernanda tardó bastante en reconocer a su mascota, cuando le avisaron se largó a llorar y se quejó porque su golder terrier estaba demasiado flaca.
1 comentario:
muy simpatica es Luna.
Publicar un comentario