Apenas seis meses después de pisar, avasallante, los fragorosos territorios de farandulandia (como a tantas otras, Paparazzi le dio la bienvenida en noviembre de 2006), Cinthia Fernández ya no necesita presentación. Para reconocer en ella a la impiadosa morocha capaz de seducir, deslumbrar y conmover con sus poderosos 89-60-89, para imaginarle un futuro importante en el teatro de revista y en el mundo de los medios, para saberla decidida, segura, frontal, polémica, arriesgada y valiente, alcanza con pronunciar su nombre y su apellido.
Las dieciséis letras que forman Cinthia Fernández –dulces 16, qué duda cabe– son, hoy, la marca registrada y la mejor carta de presentación de la integrante más joven de Gran Hermano Famosos. Pero hay otro nombre, y otro apellido, que también se relacionan con ella. Un nombre y un apellido algo más cortos, pero con una historia bastante más larga. Apenas ocho letras para una denominación virtual: Abey Díaz. Así se la conoció en el cíber espacio. Así, en algunas páginas de internet con ingreso arancelado, se pudieron ver algunas fotos suyas. Las fotos prohibidas de Cinthia.
Las que hoy reproduce Paparazzi en forma exclusiva. Las que, según admitió ella misma, le sacaron bajo presión, y a través de engaños, cuando soñaba con un veloz ascenso al firmamento de la fama y el reconocimiento popular. Con un nombre o con el otro, la bebota mata. Arrolla. Conmueve. Y provoca decenas de sensaciones. Sus curvas son endemoniadas. Su venir, una provocación. Y su volver, una definitiva invitación a perder los estribos.
Tiene mirada de adolescente –claro, todavía lo es–, pero sonrisa de mujer experimentada. Al fin y al cabo, Cinthia es la perfecta combinación de ingenuidad juvenil con sabiduría en ciernes. Los hombres de la Casa (y los que están afuera, por qué no, también) sueñan con ella. Y el que más cerca parece de descubrir sus encantos en profundidad es Carlos Nair Meza, el hijo no reconocido del ex presidente. Esas imágenes, sin embargo, no son el único secreto de la bombita sexual de la Casa. Pocas noches atrás, entre las templadas y burbujeantes aguas del jacuzzi, le confesó a Jaqueline Dutrá que fue víctima de un intento de violación cuando tenía 12 años. “Ni mis padres lo saben”, le dijo a la brasileña. Johanna, su mamá (latuvo a los 18 años) y Jorge, su papá, se enteraron junto a millones de televidentes.
Es la que se peleó feo con Tristán. La que juró ser la nieta de Horacio Guarany. Y la que está enfrentada a muerte con Wanda Nara. Hace poco se fue a vivir sola. Alquila un monoambiente en Belgrano, a 20 cuadras de la casa paterna, por el que paga 600 pesos por mes. Siempre quiso independizarse, y por eso, a los 15 años, encontró su primer trabajo en un reparto de volantes callejeros. Hace más de un año que está de novia con Matías, un muchacho dos años mayor. Es hija única. Y siempre lo sufrió. Pero quizá porque la vida siempre da revancha, ahora que es grande, ahora que ya no necesita presentación, está rodeada de hermanitos. Debe ser por eso que se siente tan a gusto dentro de la casa. Debe ser por eso que se está soltando día a día. Debe ser por eso, nomás, que estamos asistiendo al surgimiento de una gran candidata a llegar a las instancias finales del juego.
3 comentarios:
Cinthia esta divina, aca encontre algunas fotos de ella cuando la llamaban Abbey http://sexojovencitas.gratishost.com
la chica es un bombon, saludos desde Electrodomesticos
she is looking good.
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