Aunque parezca mentira, las chicas contaron que la platea masculina está lejos de rendirse a sus pies. "Cuando saben que sos una chica Playboy se inhiben. Si vamos a un evento como chica Playboy, te aseguro que no se nos acerca ninguno".
"Pero si vamos divinas a la discoteca quizá que alguno se atreve a hablarlos. De lejos los hombres dicen mucho pero de cerca se asustan, les da miedo", reveló Wilma con su particular acento.
Las diosas hablaron de lo fácil que les resulta quitarse la ropa frente a la cámara. "Yo lo veo como un trabajo, no me da vergüenza ni mucho menos. Uno se muestra cómo venimos al mundo, estamos mucho más puras así", comentó Patricia.
Acostumbrada a ver gente desnuda en la playa, Wilma declaró que no siente pudor alguno: "Más con un sello como el de Playboy como respaldo, que nos cuida tanto. Y me animo al desnudo total, casi que me siento más cómoda de esa manera. Es un desnudo elegante, no es ordinario, y con Playboy nos sentimos protegidas. La ropa es incómoda".
Para estar siempre divinas, las chicas deben cuidarse en las comidas y van a diario al gimnasio. "Ésa es la parte más dura de este trabajo. Pero la genética también ayuda. A mí me mata el helado y el chocolate. Pero nos cuidamos para vernos bien nosotras y eso después transmitirlo", indicó Patricia.
Las "reinas Playboy" hablaron también de los prejuicios que existen sobre las chicas bonitas y su escasa inteligencia. Para la uruguaya, "a veces la gente nos encasilla como una belleza externa pero en realidad somos chicas que hemos estudiado y preparado para todo esto".
Y confesó que muchas veces tiene que interactuar con chicas y chicos en escenas eróticas. "A veces también te toca estar tranquila y sola, mostrando sensualidad. Cuando recién empezás te asusta un poco pero la experiencia es muy buena".
"Es todo tan profesional en las series de Playboy que ni me importó besarme con otra chica, es más lo pase hasta genial. A parte soy actriz", remató la española.
Ambas se declararon amantes de la Argentina y coincidieron en que es un país maravilloso. "Y los argentinos son muy lindos", gritaron al unísono.